miércoles, 20 de abril de 2016

La Inteligencia Artificial


LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL. ¿HACIA DONDE NOS LLEVA?



El autor, Renato Gómez Herrera, escritor y divulgador científico,  a través de su artículo de una forma clara, amable y comprensible, las ideas más importantes de un tópico que ha  encontrado su “boom” a  mediados del siglo pasado, acompañado de los primeros avances tecnológicos de la humanidad en el campo de la computación y la automatización de procesos.

Como si participáramos dentro de una obra de Issac Asimov, científico y escritor pionero del tema y a quien se atribuye la difusión de la palabra “robot” a través de sus obras, el autor nos lleva puntualmente a los inicios de la inteligencia artificial en el mundo, cuando las computadoras eran aparatos descomunales de capacidades de procesamiento de datos hoy risibles pero de dimensiones gigantescas.

Pero bien, ¿Qué nos depara el futuro? Es probable que a muchos de nosotros ya no nos sorprenda la mayor cantidad de avances científicos en la humanidad inmersos en el relato, puesto que se habla de un artículo escrito hace más de 15 años. De hecho muchos de ellos podrían parecernos hasta ridículo, y a quienes tenemos hijos ni se diga.

En efecto, hoy ya las naciones del primer mundo y hasta en algunos países en vías de desarrollo como el nuestro se producen tecnologías como computadores y robots hasta de aspecto humanoide. Los hay aquellos que pueden realizar tareas sencillas las súper computadoras programadas para dirigir procesos de producción complejos en las industrias automotrices o farmacéuticas, por citar algunas.

La medicina es una de las áreas que ha recibido los avances científicos de manera importante, los cuales han dado como resultado mejoras en la calidad de vida de enfermos de distintos males.  Hoy un neurocirujano guiado a través de una potente microcámara y equipo de imagen, así como de instrumental de última generación, puede realizar cortes e incisiones micrométricas que permites disminuir en un alto porcentaje los riesgos quirúrgicos.

Hay desde automóviles que se conducen a sí mismos, guiados a través de una computadora hasta, tristemente, tecnología armamentista que implica una ventaja militar importante para las naciones con políticas gubernamentales en favor de la guerra. Los drones pueden realizar desde un trabajo exploratorio con fines turísticos y de esparcimiento hasta colocar bombas y detonar objetivos enemigos en países en conflicto.

Las casas inteligentes responden a nuestra voz, a una simple palmada o a nuestra temperatura corporal para brindarnos iluminación y condiciones confortables en sus interiores. Del mismo modo nuestros teléfonos celulares son hoy nuestras oficinas móviles, nuestro banco y nuestro monitor cardiaco entre muchas otras funciones. Llegamos a olvidar que originalmente servían para hablar con nuestras familias, amigos o compañeros de trabajo en la distancia.

La inteligencia artificial, como lo ha predicho el autor, hoy sirve a los más poderosos, y en una menor medida se pone al alcance del grueso de la población mundial a quienes a cuentagotas se nos ofrece un panorama  futurista, y con los gadgets de moda, se nos deslumbra y se nos pretende ocultar el destino catastrófico de nuestro planeta el cual muere directamente proporcional al crecimiento tecnológico del mundo.



*Basado en el artículo La inteligencia artificial ¿Hacia dónde nos lleva? de Renato Gómez Herrera, Revista ¿cómoves? , edición de enero de 1999.



Reflexión:

Al comenzar en la lectura exploratoria del artículo de Renato Gómez Herrera, pude localizar de primera mano la idea central del mismo. La tecnología y sus avances en sí son una disyuntiva. Hoy en día podemos manejar nuestras finanzas; encender la televisión o las luces de casa; medir nuestra frecuencia cardiaca y presión arterial; hacer operaciones de comercio electrónico o vigilar nuestro domicilio; departir con amigos y familiares que están en otros lados del país o del mundo, todo ello a través de un click de distancia y en la palma de nuestra mano: en nuestro smartphone o teléfono inteligente. Sin duda esas ventajas que hoy ponen a nuestro alcance la ciencia y la tecnología nos permiten vivir más fácil, pero… ¿acaso el tiempo que ahorramos lo aprovechamos viviendo mejor? La tecnología ha facilitado las cosas pero ha reducido el contacto físico entre las personas; nos ahorra tiempo y dinero pero nuestras habilidades intelectuales han tendido a disminuir por la falta de práctica. Ello sin contar los graves problemas ambientales que el desarrollo de la ciencia y la tecnología de la mano de la industria han provocado a nuestro planeta. El daño en la capa de ozono; los efectos del cambio climático; las especies en peligro de extinción; la lluvia ácida; el plomo en el agua; la radiación a ciudades enteras.  Hoy, mientras escribo esta reflexión me toca ver en la prensa las crónicas del sismo en Ecuador; las graves inundaciones en Texas y las latentes amenazas de tsunami en varias playas de México. Los estudiosos del tema ligan cada una de esas consecuencias a la desmedida explotación que el hombre ha hecho de su hábitat en favor del “desarrollo”. En un análisis costo beneficio la pregunta sería, ¿en verdad la tecnología cumple con su responsabilidad social?



Rubén Lucio Díaz de León